Vaya día de Reyes...

Vaya día el de reyes... fue genial. El dia cinco por la mañana todavía tenía que comprar algún detallito que completara lo que ya le había comprado a Alberto (mi amigo invisible), así que nada como una loca me levanté muy temprano y me fui a ver qué podía comprar. No me lo podía creer no encontraba nada... la verdad que Alberto era un poquito difícil pero algo se me tenía que ocurrir. Digo que era difícil porque no teníamos mucha relación, ya sabes aunque seamos muchos en el grupo de amigos siempre están tus más allegados.
Las calles estaban llenas de gente y qué deciros e las tiendas, la gente se había vuelto loca. No sé, la verdad, en cuantas tiendas entré, lo que sé es que habíamos quedado para cenar a las 21:30 y yo llegué a mi casa a las 20:30, eso sí con el regalo.
La cena estuvo muy bien, pero evidentemente lo mejor fue cuando empezamos a darnos los regalos: que emoción!! Por suerte a mi no me tenía Javier, mi amigo invisible era Blanca, qué calladito se lo tenía jjaja. Me regaló unos pendientes que me encantan y unas zapatillas de estar por casa, parecen de princesita jaja, dice que son totalmente para mi, no sé por qué lo dirá... jajja
A Alberto le gustó mucho el regalo, buff, menos mal.
El día de reyes comíamos todos juntos, en familia. Fue un dñia muy especial, porque vinieron los primos de mi madre que tantos años hacía que no nos veíamos.