Este año no vale despistarse. Tengo que estar bien centrada, me lo juego todo: y el selectivo ya está ahí. Sí, como os imaginareis estas son las típicas palabras que me recuerda mi madre cada día. La verdad... tiene razón.
Cada vez que voy al instituto y veo a Javier... estoy un poco mal, aunque ahora me habla, nos estamos haciendo amigos, no me puedo quejar.Pero ese estado de tristeza se me va cuando pienso en el curso que viene: LA UNIVERSIDAD. Viviré sola, bueno sola en cuanto a familia, porque compartiré piso con gente de clase.
Por eso, si quiero el año que viene estar viviendo en la ciudad y por fin olvidar completamente a Javier, este año va a ser muy duro. De momento esta primera evaluación ha ido muy bien, no me ha caído ninguna asignatura: eso es lo que me propuse para empezar con buen pie. Ahora en la segunda iré a por nota.
Estamos en Navidad y claro una se acuerda de los suyos, sobre todo de los que no están contigo. En mi caso es mi padre, hace quince años que no sé nada de él, y cuando digo nada es ni una sola llamada. Me acuerdo que cuando era más pequeña íbamos los dos juntos, todas las navidades, al circo. No sé, estas fechas me ponen sentimental.
¿Sabes qué? creo que mi madre tiene pareja, no lo puedo asegurar pero habla mucho de un tal Jordi. Cuando lo empecé a sospechar no me hhizo ninguna gracia, no te voy a mentir, pero ella también tiene derecho a ser feliz.
Así que nada estas navidades se presentan en familia y a estudiar muchísimooo!!!
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